AVISO: Tras leer algunos comentarios abajo publicados, he pensado en editar esta entrada.
Actualmente hay no miles, seguramente millones de personas en todo el mundo que padecen depresión, algunos más moderada, otros más severa. Este mal es atribuido a causas múltiples: ruptura con el novio o novia, separaciones familiares, pérdida del empleo, exceso de trabajo y pocas vacaciones, alguna enfermedad, la soledad, cambio de residencia, etc. En fin, hay múltiples causas, y podríamos estar días enumerándolas todas.
Antes que nada, yo puedo decir que sé lo que es la depresión, porque pasé una temporada en ese estado. Y no se lo deseo a nadie, porque es algo muy duro. No obstante, fue para mí una ocasión para empezar a cambiar (y también para emprender una bajada al sótano).
Podríamos encontrar un sinfín de razones por las cuales la gente padece depresión:
- Problemas familiares.
- Padre o madre ausentes, que suplen la falta de afecto, cariño y tiempo dedicado a sus hijos con compensaciones materiales. ¿Cuántos hijos hay que, pese a que sus padres les regalan todo lo habido y por haber, les piden a gritos que estén con ellos (pero no es posible porque papá trabaja hasta tarde y mamá llega tarde a casa porque también trabaja en exceso)?
- Divorcio de los padres. Y no sin razón, pocas cosas hay más dolorosas para un hijo que ver cómo el amor que creía que existía entre sus padres se desmorona o sencillamente nunca existió.
- Padres excesivamente autoritarios que cortan las alas a su hijo y éste acaba perdiendo la autoestima y la capacidad de decisión por sí mismo; incluso a edades próximas a los treinta (y a veces más allá), se siente obligado a «pedir permiso» a sus padres para tomar una decisión importante en su vida.
- Padres excesivamente permisivos, que dan luz verde a todo lo que piden sus hijos y les dejan hacer «lo que les dé la gana», motivo por el cual acaban volviéndose egoístas (y el egoísmo lleva irremediablemente a la tristeza).
- Ruptura con el novio o con la novia. Yo no he tenido un noviazgo serio, así que no puedo decir mucho de esto, sí ver lo que otras personas han sufrido al romper con su novio o novia, pese a que se dieran cuenta de que esa relación o no les llenaba o incluso era tóxica para ellos. Pero el dolor está ahí por el vínculo emocional que ha existido entre el novio y la novia hasta que rompieron.
- Lo que algunos llaman «mal de amores». Por ejemplo, que una chica se enamore perdidamente de un chico que ni se percata de su existencia, o viceversa, que un chico se enamore de una chica que no le hace ni caso (cual ha sido mi caso no pocas veces, recuerdo cuatro momentos de mi vida en los que me enamoré de sendas chicas, a los catorce, a los diecisiete, a los veintidós y a los veintisiete años, y acababa hecho polvo cuando me enteraba, bien de que no les interesaba, bien de que tenían novio o les gustaba otro chico, o simplemente porque no me hicieran mucho caso). Y a mi edad (ya supero los treinta) aún no he tenido una novia formal (estuve «saliendo» con una chica por un par de semanas, pero siento que para mí aquello no contó, y eso que no me llevo mal con esa chica).
- Sentir soledad. Una cosa es estar un rato solo (ya sea porque mis padres se hayan ido de viaje y mis hermanos estén fuera o porque viva solo, o porque mis compañeros de piso no estén en casa o mi cónyuge esté fuera) y otra sentirse solo (sentir que no tenemos vínculo ni tan siquiera con nuestros familiares, ya no con algún amigo).
- La amargura permanente. De esto yo sé :-), si hay algo de lo que peco a veces en exceso es de ser un quejica de primera y de olvidarme de disfrutar de lo que hago en cada momento o, si no es algo que me plazca, al menos, intentar aprender de ello. Puedo afirmar que estar todo el día quejándome y enfurruñado (o peor, soltando exabruptos ante cada contrariedad) me ha llevado a la depresión.
- Una enfermedad. A veces, una enfermedad física causa bastante desánimo, ya sea porque nos limita para hacer las actividades que normalmente nos gustan, ya sea porque nos hace sentir menos útiles (aunque también esto puede ser una ocasión para aprender a ser más humilde) o porque nos limita el poder comer lo que nos gusta (por ejemplo, enfermedades de tipo digestivo).
- Perder un empleo. Sobre todo si es un empleo en algo que nos gusta, un trabajo es una sana distracción que nos permite poner nuestros talentos al servicio de la sociedad (y mejor si además disfrutamos haciéndolo), nos ponen en contacto con los demás y nos evita caer en el ocio (no en balde, la palabra «negocio» significa «lo contrario del ocio» y pocas cosas hay peores que pasarse el día entero sin tener nada que hacer).
- Estrés laboral. Sin embargo, el polo opuesto a no tener trabajo es causa de no pocas depresiones. Es magnífico tener un trabajo, y mejor aún si además es sobre algo que nos apasiona, pero éste no debería robarnos más tiempo del debido (una cosa es que, en algún momento puntual haya que echar algunas horas más y otra, que eso se torne sistema, lo primero es pasable si luego se compensa, lo segundo es perjudicial para la salud mental, física y espiritual). Dicho esto:
- No tener vacaciones puede ser causa de depresión.
- El exceso de trabajo hace que no dediquemos tiempo a otras cosas que nos pueden oxigenar y hacer que carguemos pilas, como puede ser hacer deporte, disfrutar de la naturaleza o de algún hobby, pasar tiempo con la familia o con los amigos, y, como católico lo añado, tener vida espiritual (Oración y Misa), y el desgaste que puede llegar a producir es causa de que mucha gente reviente y se coja baja por depresión.
- El mobbing también es, sin duda, un potencial catalizador de la depresión, pues pocas cosas hay peores que pasar horas en un puesto de trabajo donde los compañeros te hacen la vida imposible.
- En cualquier caso, si notas que tu trabajo actual te lleva a la depresión, y si puedes permitírtelo, DEJA ESE EMPLEO, tómate un tiempo de descanso y, cuando hayas descansado un poco, busca otro trabajo, a ser posible de algo que te guste, aunque ganes menos dinero. A veces es necesario parar para continuar.
- Estrés en general. Hemos hablado del estrés laboral, pero el estrés, en general, puede ocasionar también depresión. Como punto de vista, yo creo que este mundo moderno, lleno de tecnología y de bullicio, donde la gente va aprisa a todas partes, es la cámara de combustión de potenciales depresiones. Sin ánimo de ofender a nadie, por lo general, es más fácil padecer depresión en las grandes urbes que en los pueblos o en el campo (ya digo que esto último es subjetivo, pero ahí lo dejo). Pero una cosa sí que diré: a mí me causa un bajón tremendo ver tanto rascacielos y oír demasiado ruido, y muchas veces me carga las pilas estar en contacto con la naturaleza. En cualquier caso, las prisas constantes son irremediablemente un catalizador para la depresión.
Creo que no es casualidad que la depresión es mucho más frecuente precisamente en países desarrollados, en países donde el nivel de vida es más bien elevado. Y la razón por la cual esto sucede es evidente: en las sociedades desarrolladas, el materialismo parece estar a la orden del día. No es casualidad que muchas veces vivimos volcados en tener cada vez más y más, ya sea ir a comprar ropa y a ser posible de la marca más cara, o comprarnos ese cochazo deportivo con todos los extras, y cuando lo tenemos, ahora queremos comprarnos un chalet de lujo, luego viajar por todo el mundo (aunque sea por poder decir que hemos estado en tal o cual sitio, para no ser menos que nuestros amigos), luego empezar a salir con una modelo o con un exitoso hombre adinerado, después lograr fama y popularidad, o bien escalar puestos en nuestra empresa, etc. Y así podríamos seguir. Hasta que llega un momento en que tantas cosas materiales o basadas sólo en lo material nos acaban hastiando y asqueando. Habíamos buscado llenarnos con cosas materiales y lo único que hemos conseguido es estar cada vez más vacíos por dentro. ¿Vale la pena que tiremos nuestra vida a la basura de ese modo?
Otras veces no es así, otras veces es simplemente vivir con lo que tenemos, pero «ir tirando», es decir, malvivir sin ilusión (porque sin ilusión y sin pasión por algo, no se vive, se malvive, por mucho que tengamos una cifra de cinco dígitos o más en nuestra cuenta bancaria). Nuestra vida se podría reducir a: suena la alarma, me levanto, me ducho, desayuno, voy al trabajo (muchas veces a un trabajo que no me motiva e incluso que me tiene asqueado, pero que no puedo dejar porque es mi sostén económico, o bien por miedo a qué dirán los demás, y encima voy echando sapos y culebras si hay un atasco o el metro tarda en llegar), hago la pausa para comer, vuelvo al trabajo, salgo del trabajo, llego a casa cansado, me hago de cenar algo rápido, me quedo un rato viento la televisión (o mirando el Facebook, por cierto, qué bien hice en quitármelo) y me voy a la cama (y casi todo lo hago a toda prisa y además de mal humor porque llego tarde a todas partes). Casi nada de lo que he hecho en el día me ha ilusionado y vivo con ansia esperando a que llegue el viernes para hacer mi plan. Pero cuando no me surge ningún plan el fin de semana, éste se me pasa sin saber muy bien qué hacer (bueno, sí, podría ir a ver a la familia, o llamar a algún amigo para tomar algo, o si no, irme a dar un paseo), no cargo pilas, llega el lunes y voy cada vez más desmotivado al trabajo (eso sí, montando castillos en el aire de un trabajo o una vida que me gustaría más, pero sin poner de mi parte para encontrar ese trabajo o mejorar mi vida).
Y una cosa no hay que perder de vista: el individualismo, el egoísmo, son causa de depresión. La vida está hecha para compartirla con los demás (ya sea para casados, solteros o viudos) y no podemos guardarnos para nosotros mismos toda nuestra vida.
Por razones múltiples, algunas de las cuales no contaré (porque son bastante personales), pero sí resumiré, yo, cuando caí en depresión (realmente, llevaba unos años teniendo momentos de bajón sin saber por qué, y no les prestaba atención), estaba llevando esta vida gris y sin ganas: vivía para mí mismo y además no sabía gestionar bien la soledad, el trabajo que tenía no me motivaba (las condiciones eran buenas, pero ni el proyecto ni las funciones me entusiasmaban, llevaba tiempo pensando en buscarme otra cosa, pero siempre me podía la pereza o el pensar que «fuera de esa empresa, no tendría las condiciones que tengo»), y sí tenía una serie de proyectos e ilusiones, pero nunca me ponía seriamente con ello, pues al llegar a casa, muchas veces me pasaba las horas muertas mirando el móvil (ya fuera con el Facebook, ya fuera con vídeos de YouTube) y luego acababa más cansado y más malhumorado. Bueno, algunas veces me iba al gimnasio, o a montar en bicicleta, pero hay otro aspecto importante: pasaba demasiado tiempo solo. Porque, sinceramente, en aquel trabajo, tampoco conectaba mucho con la mayoría de los compañeros (por no hablar de lo mal que me llevaba con una compañera de allí), esto es, que me sentía bastante solo. Solía esperar ansiado a que llegara el viernes para hacer el plan (que no es el de la mayoría, en mi caso era juntarme con los de mi grupo de oración cristiana para rezar y luego irnos a cenar, la verdad es que para mí, ése era como mi pulmón, pero creo que seguía faltándome algo, y ese algo puede tener que ver con no preocuparme de verdad por los demás). Aún no había caído en dicha depresión. El catalizador fue cuando empecé a tener problemas estomacales (creo que fue la Hellicobacter, una bacteria que hace polvo al estómago) que con el paso de los meses se iban agudizando, me sentía cada vez más pesado y las comidas tenían que ser cada vez más blandas, hubo un momento en que empecé a venirme abajo del todo (lo del estómago me lo precipitó, pero no fue la causa principal ni mucho menos). Fue muy duro, he de decirlo, había momentos en los que sólo me quería morir. Se me alternaban momentos de tristeza con momentos de fácil irritabilidad. Para mí, ir a trabajar era una pesadilla (aun así, seguía yendo, pero procuraba irme de la oficina lo más pronto posible, ya que tenía flexibilidad horaria, y cada hora en aquel lugar se me hacía muy pesada) y el cuerpo llevaba tiempo pidiéndome a gritos que dejara aquel empleo (lo acabé dejando, aunque porque me despidieron, pero aquel despido fue para mí una gran liberación, fue como soltar una pesada carga que me impedía ser feliz). Sin embargo, pese a todo ello, hubo algo (mejor dicho, Alguien) que me sostuvo y me impidió ir al suicidio (porque yo muchas veces deseaba morirme, aquello era para mí un calvario).
Por supuesto, aparte del tratamiento con un profesional, cuando empecé a sentirme querido y a quitar ciertos elementos en mi vida que me tiraban hacia abajo, mi depresión empezó a remitir. No obstante, hubo en mi vida un importante punto de inflexión que fue el que yo creo que me catapultó a salir con más facilidad de dicha depresión. Hace poco más de un año, en la empresa donde estaba entonces, habían anunciado un ERE. Y yo entré en dicho ERE. Por supuesto, el día que me llamó mi jefe y, junto a él, alguien de Recursos Humanos, para comunicarme mi despido (con indemnización, por supuesto), de entrada para mí fue un shock (yo me había estancado en aquel lugar, estaba altamente desmotivado, pero como tenía buenas condiciones, ya había decidido quedarme en aquella empresa, pero mi desmotivación existencial me había atado allí); no obstante, a los pocos minutos, sentí una gran liberación, por fin iba a dejar atrás algo que me estaba impidiendo ser feliz (y no lo había visto con total claridad hasta aquel momento). De verdad. Entonces tenía todo un verano por delante y me dije, sin lugar a dudas: ahora quiero descansar y ya cuando se acerque septiembre, empezaré a buscar empleo. El cuerpo me lo pedía a gritos y el alma también. Fue haber descansado y empezar a conectar conmigo mismo como para darme cuenta de a qué me gustaría dedicarme. Y hoy estoy en otro trabajo que sí me motiva.
Pero la cosa no acaba aquí. Y me diréis: ¿qué es lo que te sostuvo cuando la depresión estuvo en su momento más fuerte?
Pues bien, antes de responderos, os responderé lo que muchos buscan. Las depresiones pueden estar motivadas bien por hastío a causa de una vida excesivamente materialista, bien por estrés (laboral, familiar o de la índole que sea), o bien por «ir tirando», en resumidas cuentas. Claro, si el materialismo es la causa, ¿por qué no buscamos algo más espiritual? Y si el estrés es la causa, ¿por qué no buscar algo para relajarse?
Seguro que, hablando de «espiritualidad», muchos os recomendarán cosas como el yoga, el reiki, el feng shui o cualquier otra de las chorrocientas espiritualidades de ese movimiento (por cierto, altamente sectario y peligroso) llamado Nueva Era (o new age, en inglés). Y, según el testimonio de una persona que conozco que cayó en estas espiritualidades (esta persona os lo puede contar con pelos y señales), todo aquello le acabó vaciando aún más y le llevó a la locura y a unas ataduras tan horribles, que sólo gracias a Dios acabó rompiendo. Os doy un consejo: si estáis deprimidos, no vayáis a ninguna de esas cosas (tampoco el yoga, no es un ejercicio físico, es una forma de espiritualidad oriental muy peligrosa), os harán caer a la larga en la más absoluta locura y desesperación.
Ya os he dado la respuesta: gracias a Dios. He aquí el quid de la cuestión. La causa principal por la cual hay tanta depresión en este mundo es que hemos expulsado a Dios de nuestras vidas. Sin embargo, yo os he dicho, y si no os lo recuerdo, que soy católico practicante, por tanto creo en Dios. ¿Cómo es posible que, incluso creyendo en Dios, cayera en depresión y que ésta me la precipitara un episodio de dispepsia? Más bien, fue mi fe en Dios lo que me sostuvo (y aun así, varias veces deseaba morirme). Pero sí he de decir una cosa: seguramente, estuviera viviendo mi espiritualidad católica de una forma más bien «mental» y con una cierta «arrogancia farisaica», es decir, de rezar mucho, confesión frecuente y Eucaristía diaria (y ojo, eso es fundamental), pero no sintiendo con el corazón (bueno, algo sí que sentía, pero era insuficiente) y, lo que es más importante, yo tenía de fondo una especie de soberbia espiritual, a veces yo ni me daba cuenta de ella, a causa de que a menudo me rodeaban personas que no creían mucho. Por no hablar de que yo he sido muchas veces ciertamente egoísta y eso se ha reflejado incluso en mi espiritualidad. Y, como diré más adelante, el amor que no se comparte se marchita: en los Sacramentos yo recibía el Amor de Dios, pero luego lo compartía poco, y por eso se marchitaba.
A ver, he de decir que yo he arrastrado numerosas heridas incluso de mucho tiempo atrás, a las que no me había enfrentado hasta hace bastante poco (no las contaré aquí por ser más bien personales), pero sí puedo decir que fueron suficientes para que me cueste encontrar momentos en mi vida que hayan sido alegres. Sí los he tenido, pero no pocas veces se me han nublado.
Pero, sin ánimo de enrollarme más, puedo decir que la principal cura de la depresión, es la Amistad con Cristo (sin descuidar la psicoterapia y la medicación en casos necesarios, y ojo, no dejéis que os cuelen «terapias alternativas», son de la Nueva Era y muy peligrosas).
¿Cómo se consigue dicha Amistad? Por supuesto, con la Oración y los Sacramentos. Pero ojo, nunca lo hagamos por libre, antes bien, pidamos siempre consejo a un sacerdote. Yo os puedo decir que un buen sacerdote puede ayudar mucho (cuando estaba en mi depresión, hablar con el sacerdote con quien me dirijo ha sido de gran ayuda en numerosas ocasiones). Ojo, el sacerdote no va a suplir el trabajo de un psicólogo, pero, por experiencia propia, os puedo decir que hablar con un sacerdote que de verdad sea cercano y que además esté bien formado os puede ayudar mucho. Y si no conocéis a ningún sacerdote cercano, preguntad a amigos católicos para que os presenten a alguno, o bien acercaos a la parroquia católica más cercana que tengáis. Puede que tuvierais alguna mala experiencia con sacerdotes en el pasado, por desgracia, hay malos católicos (espero no ser yo uno de ellos, y si no, haré lo posible por corregirme) y también malos sacerdotes, pero no son ni mucho menos la mayoría y un buen sacerdote puede acompañaros en todo momento. Asimismo, aunque el sacerdote no haga de psicólogo, sólo os digo dos cosas buenas: os va a escuchar y va a intentar ponerse en vuestro lugar, y además no os va a cobrar un céntimo (los Sacramentos son gratuitos, y si a alguien se le ocurriera cobrar un solo céntimo por un Sacramento, cometería un pecado grave de simonía).
Asimismo, no os dejéis engañar por esas falsas doctrinas de la New Age que pretenden buscar a Cristo con cosas tan raras como «las energías» o el espiritismo, eso no son más que engaños de Satanás, que es muy astuto, pero también un completo mentiroso. La Nueva Era es una especie de mezcolanza entre parte de la doctrina cristiana y las filosofías budistas, hindúes, animistas, etc. Con todos mis respetos hacia un hindú, un budista o un habitante de una tribu con chamán, esas religiones no son compatibles con la fe católica. Dice San Pablo (Hebreos 13,8-9): Jesucristo es el Mismo ayer y hoy y siempre. No os dejéis arrastrar por doctrinas complicadas y extrañas. Y si dijo San Pablo que Jesucristo es el Mismo ayer y hoy y siempre, es que sólo se Le puede encontrar en la Oración y en los Sacramentos (muy en especial en la Santa Eucaristía y en la Adoración, y también en la Confesión, donde experimentamos una y otra vez la Infinita Misericordia de Dios); Cristo se encuentra Verdaderamente Presente en la Eucaristía y Él es nuestro descanso (Venid a Mí los que estéis cansados y agobiados, que Yo os aliviaré). A Cristo no se Le encuentra ni en el mediumismo, ni en las energías del reiki, ni en los horóscopos, ni en el tarot ni en nada de la Nueva Era (todas esas prácticas, además de otras peores como la ouija, el vudú o la brujería, son invocaciones a Satanás y a los otros demonios, y ello puede desembocar en opresiones o posesiones diabólicas de las que sólo un sacerdote católico exorcista puede liberar, nunca un brujo o un medium).
Realmente, toda la parrafada anterior se resume en algo muy sencillo: ¡la depresión sólo se cura con Amor Verdadero! Y ese Amor Verdadero procede de Dios y se puede experimentar en la Oración (la Oración no es otra cosa que tratar mi Amistad con Jesucristo, no es repetir el Padrenuestro o el Avemaría como un papagallo, aunque estas oraciones son muy poderosas, pero hay que rezarlas despacio y con amor), en la Eucaristía (dato curioso, recientes estudios confirman que asistir a Misa previene la depresión, claro que hay que saber cómo vivir la Santa Misa, sobre eso, quien mejor puede aconsejar es un sacerdote) y en la Confesión (ese magnífico Sacramento por el que pedimos perdón a Dios y Él, como el Padre de la Parábola del Hijo Pródigo, siempre nos acoge con los brazos abiertos y hace una fiesta en el Cielo cada vez que acudimos a este Sacramento). Pero, sin duda, la Eucaristía es el mayor acto de Amor de Dios hacia los hombres, pues en la Eucaristía, Cristo se nos entrega hasta la muerte en Cruz. Cristo nos amó hasta el extremo de dar Su Vida en la Cruz.
Ahora bien, también es fundamental cuidar nuestro amor a la Santa Madre de Dios, a la Virgen María. Ella es Madre Nuestra y el amor maternal que nos tiene es tan grande que también puede curarnos. Ella es una fiel intercesora ante Dios por todos nosotros y una forma de cuidar nuestro Amor a la Virgen es con el Rezo del Santo Rosario.
Pero el Rosario no hay que rezarlo simplemente repitiendo Padrenuestro, Avemarías y Gloria. No, hay que saborearlo, hay que rezarlo con detenimiento, eso es contemplar con María los Misterios de la Vida de Su Hijo. Yo os puedo decir que rezar el Rosario da una fortaleza asombrsa y cura de muchas depresiones y ansiedades, yo mismo lo he experimentado las veces que he rezado esta Oración incluso cuando estaba apático. Ella, por ser la Llena de Dios, la Llena de Gracia, nos puede curar muchas tristezas y depresiones, pues sentimos sus caricias maternales y además, Ella nos defiende del mentiroso de Satanás, que en todo momento busca hundirnos en la congoja y en la desesperación. Cuando invocamos a María, el diablo tiembla. Cuando invocamos a María, Ella nos acoge con su ternura y amor maternales bajo su manto, y con la Virgen a nuestro lado, nada hemos de temer.
Y, por último, una vez hayamos recibido el Amor de Dios y de María, hemos de transmitirlo a los demás a través de la Caridad, la que es la virtud esencial del cristiano. La señal del cristiano es la Cruz: el madero vertical nos sirve para alimentarnos del Amor de Dios y el madero horizontal, nos hace transmitir ese Amor a los demás. Asimismo, el Amor se multiplica cuando lo damos, mientras que si no lo damos, se marchita. ¿Cómo podemos transmitir ese amor a los demás? Hay múltiples formas:
- Haciendo bien mi trabajo y ayudando a mis compañeros, en lugar de tratar de ser mejor que ellos para que así mi jefe me dé su reconocimiento.
- Colaborando en mi parroquia en lo que me asignen, o bien ofreciéndome a ayudar en cualquier cosa que sepa hacer (siempre que sea algo moralmente honesto).
- Por ejemplo, con las Obras de Misericordia Corporales:
- Dando de comer al que tiene hambre.
- Dando de beber al sediento.
- Vistiendo al desnudo.
- Dando cobijo al peregrino, al refugiado.
- Visitar a los enfermos.
- Visitar a los presos.
- Enterrar a los difuntos.
- También con las Obras de Misericordia Espirituales:
- Enseñando al que no sabe.
- Consolando al afligido (y ello incluye a todo el que sufre depresión).
- Dar buen consejo al que lo necesita.
- Corregir al que se equivoca.
- Sufrir con paciencia los defectos del prójimo.
- Perdonar al que nos ofende.
- Rezar a Dios por los vivos y por los difuntos.
- Compartir mi bocadillo con quien camina conmigo en la montaña.
- Tomarme unas cervezas con ese amigo al que hace tiempo que no veo y preguntándole qué tal está.
Y finalmente, siempre puede ser de ayuda encontrar actividades que nos apasionen: ya sea practicar algún deporte (mejor si es en grupo), o algún hobbie que nos entusiasme (por ejemplo, el aeromodelismo, la Electrónica, las manualidades, la pintura, la escritura, etc), alguna buena lectura (ojo, es conveniente filtrar lo que leemos, una buena lectura puede ser la vida de algún santo o alguna novela que no tenga contenidos inmorales), visitar algún museo. Y, en la medida de lo posible, tratemos de trabajar en algo que realmente nos ilusione. Pero, lo más importante: no dejemos de alimentarnos del Amor de Dios y de María, pues, aunque muchos no quieran reconocerlo, todos tenemos necesidad de Dios (Como dice el Salmo 41, o 42 en la Biblia de Jerusalén, Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma Te busca a Ti, Dios mío). Y no dejemos tampoco de transmitir ese Amor a los demás: el amor que se transmite se multiplica, el que no se comparte, se acaba marchitando.
PERO ENTONCES, ¿NO SIRVE DE NADA QUE HAGA ACTIVIDADES QUE ME ILUSIONEN?
¿Quién ha dicho que, aparte de tener una buena Amistad con Cristo y Amor a la Virgen María, así como servicio al prójimo, no puedo hacer otras actividades molonas? De eso nada. ¡Claro que es bueno que haga otras actividades que me ilusionen (eso sí, siempre que sean moralmente correctas)! Es más, en todas ellas también podemos encontrarnos ocasión para alabar a Dios (aunque para tratar en profundidad mi Amistad con Cristo, la Oración y los Sacramentos son los únicos medios).
Yo puedo citar algunas que me ilusionan y me ayudan a mí (aparte de mi vida espiritual):
- La electrónica. Por ejemplo, cacharrear con Arduino o montar mis circuitos.
- Leer libros científicos. De Física, de Electrónica, de Matemáticas, de Química, etc.
- Una buena lectura, ya sea novela (sin contenidos inmorales, eso sí) o incluso algo de contenido espiritual.
- Trabajar en algo que me guste. En el trabajo pasamos mucho tiempo, es importante elegir trabajar en aquello que nos apasione.
- El aeromodelismo. Bueno, de momento, sólo tengo un dron cuatrirrotor (y disfruto cuando lo vuelo), pero siempre me han gustado los aviones (de hecho, de pequeño quería ser piloto, pero al empezar a tener miopía lo descarté, no sé si algún día podré sacarme la licencia de vuelo sin motor o para aviones ligeros). Igual algún día me monto un simulador en casa, quién sabe…
- La naturaleza y el senderismo. Por ejemplo, tengo unos amigos con los que de vez en cuando hago excursiones a la montaña y siempre me lo paso en grande, y nos echamos risas y todo. Y estar en la naturaleza me ayuda a alabar más a Dios, por lo bonito que Él ha creado. Podría citar algunos lugares donde vale la pena hacer senderismo: Gredos, La Pedriza, Valle del Jerte, Pirineos, etc.
- Plantar huertos. He de decir que mi carácter se inclina más al campo que a la ciudad (si bien tuve épocas en las que me iba a pasear por el Metro de Madrid), y plantar tomates, cebollas, zanahorias, melones, etc me encanta. Me resulta ilusionante ver cómo crecen cosas con las que un día haré ensaladas, gazpachos o postres, o que simplemente me comeré.
- Visitar cascos históricos, ciudades bonitas y espacios naturales. Me encanta recorrer el casco antiguo de cualquier pueblo o ciudad y ver su sabor histórico, desde el pueblo más pequeño perdido en medio de la montaña hasta la ciudad más emblemática (aunque las grandes urbes me dan bastante pereza, pero eso es ya cuestión de gustos). Por ejemplo, San Sebastián-Donostia es una de las ciudades más bonitas de España (en general, todo el norte), otra ciudad que tiene encanto es Jaca, en Huesca (y todo el pirineo oscense vale la pena verlo, tanto para hacer senderismo como turismo rural y cultural). Otra zona de España a la que tengo especial cariño, ya que llevo yendo allí desde mi más tierna infancia, es el Valle del Tiétar, al sur de Ávila. Siempre que puedo, voy (antes teníamos casa en uno de los pueblos de la zona, La Adrada, pero al fallecer mi abuela, la dueña de la casa, mi madre y mis tíos la vendieron, pero bueno, está a apenas una hora en coche de donde vivo, así que puedo ir cuando quiera).
- Hacer deporte. Ya sea hacer deporte solo (por ejemplo, montar en bicicleta, a mí me oxigena y más aún si es yendo por el campo) o en equipo (fútbol o baloncesto, y eso que soy bastante pato, pero me lo paso bien igualmente). Asimismo, hace dos veranos hice Windsurf y estuvo muy divertido, y hace años salté en paracaídas (eso sí, es de riesgo, pero me lo pasé en grande).
- Una buena película. Mejor si se ve en familia o con amigos. Yo soy especialmente fan de El Señor de los Anillos.
- Escribir novelas e historias. La escritura me ayuda a expresar lo que siento (aunque yo soy más de prosa que de verso, pero quién sabe si algún día sacaré mi lado poeta).
- Quedar con amigos para hacer planes diversos (ya sea una excursión, ir a dar una vuelta, visitar algún casco histórico o simplemente irnos a tomar unas cañas).
- Pasar momentos con la familia. Especialmente los momentos clave como son los cumpleaños, la Navidad u otras ocasiones indicadas para estar con la familia.
- Aunque yo hasta ahora no lo he hecho mucho, participar en alguna actividad solidaria (incluso dentro de la Iglesia Católica), por ejemplo en un banco de alimentos.
- Tampoco lo he hecho en profundidad, pero sé que me ayudaría colaborar en la Parroquia.
Seguro que hay más cosas, ahora no las recuerdo todas jeje. Pero una cosa sí os digo: llevando una vida plena con Cristo y cuidando nuestra devoción a María, todo aquello que nos ilusione lo haremos luego con más pasión y más ganas (y no me lo invento, sé que cuando más lejos he estado del Señor, por haber pecado, más pierdo la ilusión por lo que arriba cito, mientras que cuando me confieso y luego, siempre que tengo ocasión, voy a Misa y comulgo, o incluso rezo un rato, vuelvo a recuperar esa ilusión).
LA FAMILIA, ¿ES REALMENTE IMPORTANTE?
Indiscutiblemente.
Padres, no paséis excesivo tiempo en el trabajo (y si tenéis que decir que no a hacer guardias u horas extras, pues decís que no, el trabajo es algo bueno pero no lo es todo en esta vida). Por supuesto que hay que traer las habichuelas a casa, pero vuestros hijos os piden a gritos que les dediquéis tiempo (y ellos necesitan tanto al padre como a la madre, como referente masculino y femenino, respectivamente) y no que les regaléis a cada uno el iPad más caro del mercado.
He llegado a la conclusión de que una inmensa mayoría de las depresiones son causadas por rupturas familiares, o bien por el hecho de que tanto a papá como a mamá les absorban demasiado sus trabajos. Y esto que voy a decir puede que le hierva a más de uno, pero no me lo voy a callar, la vida familiar es mucho más importante que la carrera profesional. Tu hijo no te va a querer más porque llegues a ocupar puestos altos en una multinacional, sino porque le dediques más tiempo, aunque nunca asciendas en tu trabajo (el día de nuestra muerte no nos llevaremos nuestro currículum, sino el amor que hayamos dado durante esta vida terrena).
Tal vez tengas que comprarte un coche más modesto en vez de un BMW, o una casa menos ostentosa en vez de un chalet de superlujo, pero la felicidad que da pasar tiempo con los hijos y que éstos pasen tiempo con su padre y con su madre, NO TIENE PRECIO. Y tal vez tengas que irte de vacaciones al Mediterráneo o al Cantábrico en vez del al Caribe (y oye, tampoco está nada mal el litoral ibérico), pero tus hijos te lo agradecerán más si a cambio de eso les dedicas más tiempo.
Y si tenéis algún familiar con depresión, lo primero, acompañadle y dadle todo vuestro cariño, demostradle que estáis dispuestos a apoyarle en sus decisiones, siempre que no vaya a hacer una locura; incluso si quiere dejar ese trabajo que siente que no le llena, respetadlo. No le agobiéis con más cargas, dejadle su espacio (eso sí, ayudadle a salir invitándole a alguna actividad que le pueda entretener) para que poco a poco salga de dicha depresión. Agobiarle con que «haga esto o esto otro» no sólo no le ayudará, sino que podría empeorar su depresión. Escuchadle, poneos en su lugar.
CONCLUSIÓN FINAL
La depresión se debe, principalmente, a la falta de amor, a no sentirse amado tal y como uno es (me refiero fundamentalmente al amor que nace en el seno familiar).
Sabes como se soluciona la depresión? Teniendo vida social y sexual a parte de familiar. Disfrutando de planes divertidos, si lo más divertido que haces es ir a misa, no se como estás contándolo.. Me sorprende que una persona formada y joven aun crea en religiones que fueron inventadas por nuestros antepasados para darle explicación a cosas que no tenían modo de entender…
Amigo, tú lo que necesitas es que te coja una mujer y te deje con los ojos vueltos. De nada 🙂
Me gustaMe gusta
Ridea,
En relación a esto, voy a reeditar la publicación porque en algunos aspectos sí coincido contigo.
Me gustaMe gusta
Pero en lo de que la religión es un invento de los antepasados, ahí siento decirte que no estoy contigo. Con respecto a lo de encontrar a la mujer de mi vida, bueno, creo que será mejor que antes me conozca a mí mismo y crezca, porque no se trata de «encontrar a alguien porque vivir solo se me hace duro», sino de dar a la mujer de mi vida lo mejor de mí mismo, de entregarme a ella y viceversa.
Y con respecto a la vida sexual, aunque me cueste, mejor espero al matrimonio, porque el acto conyugal es algo tan grande que no es para practicarlo con cualquiera que pase.
Me gustaMe gusta
¿Aunque te cueste la orden de alejamiento?
Me gustaMe gusta
Buenos días amigo, me alegra que aceptases algunos puntos de mi comentario. Lo que dices es algo muy bueno, tienes que curtir tu persona para disfrutar más de tu pareja. Es importante que compartamos la vida aportando y dejando que nos aporte nuestra pareja y para eso debemos labrar todas nuestras habilidades, incluidas las sexuales. La naturaleza es sabia. Cuando el cuerpo crea unos instintos es por que hay que seguirlos, si no : ¿para qué existen? . Es importante que no nos limitemos en nada( siempre que no afecte al bien de los demás o al nuestro y respetemos las normas) que nos bebamos los libros, que disfrutemos de la naturaleza, de los amigos, de la familia, de la cama… El ser humano tiene a su disposición disfrutar de los orgamos por algo, piénsalo. Cuando tienes un orgasmo tu cuerpo libera tensiones, crea endorfina y te sientes mas feliz y creas un vínculo especial con una persona. Esto no quita importancia a que algún día contraigas matrimonio con la futura madre de tus hijos, que sin duda será una mujer afortunada. Debes de ser una gran persona. Un beso
Me gustaMe gusta
Hola Ridea.
Comparto contigo lo de disfrutar de la familia, amigos, naturaleza (y también, en mi caso, la Electrónica, volar drones, escribir historias, tener momentos para rezar o ir a Misa, hacer excursiones, etc).
No obstante, el tema de la sexualidad hay que saber enfocarlo bien. No se trata de ser un mojigato ni de zurrarse con un látigo a la mínima que sienta ciertos impulsos, pero yo sí valoro la importancia de esperar hasta el matrimonio para realizar el acto, porque quiero entregarme por completo sólo a la que sea mi esposa y no haberme acostado con otras mujeres con las que no vaya a tener nada después. Aquí no quiero imponer a nadie el celibato hasta el matrimonio, pero si yo, libremente, elijo esta opción, tendrá que ser respetada, aunque socialmente sea visto como un rarito o un medieval.
Me gustaMe gusta
Maravilloso que sólo publiques los comentarios que te gustan.
Las personas de moral Cristiana aceptan las críticas constructivas y asumen que cometen errores.
Me gustaMe gusta
Hola Moscas.
El tema es que, a raíz de diversos comentarios que he recibido, he pensado en reeditar la publicación a fin de aclarar ciertos aspectos que creo que han quedado malentendidos, teniendo en cuenta la parte constructiva de ellos. Siento que se haya malinterpretado así, y sé que no es la forma habitual de proceder en un blog, pero es que he pensado que simplemente respondiendo comentarlos quedaría un poco parco (he visto asimismo que lo que quiero añadir da para algo más de un comentario).
Por otra parte, ten en cuenta que no siempre tengo tiempo para esto, que hago más actividades 🙂 .
PD: Algunos comentarios recibidos no eran muy constructivos y otros directamente faltaban al respeto, entenderás que ésos no los publique 😉 .
Me gustaMe gusta
Buenas tardes, sin dudarlo eres una persona muy profunda, con unos hobbies bastante sanos e interesantes. Es respetable tu idea,no veo que seas un ratito o un friki. Cada uno tiene uns principios y son respetables, pero realmente debe ser difícil llevarla a la práctica. No sé si has tenido pareja, pero supongo que estar acaramelado con alguien mientras que ese alguien te acaricia, te besa, te susurra cosas… No debe ser fácil poner el freno. ¿ Qué haces en ese momento? ¿ Cuando pones el freno? ¿ en los besos o cuando ya tienes un deseo enorme de hacerlo con tu chica? yo aun soy una chica sin experiencia, pero me gustaría tenerla, ya que no me siento tan fuerte como para controlar esos impulsos. Sin duda la persona que se lleve tu «flor» se sentirá orgullosa de tu larga y tortuosa espera para al fin entregarte a ella. Es admirable por tu parte, aunque te prives de experiencias y sabidurias. Un beso
Me gustaMe gusta
Hola nuevamente Ridea.
Si te digo la verdad, a mis 32 años apenas tengo experiencia en esto (mi vida ha pasado por bastantes cañadas oscuras y cavernas profundas jeje, y no hace mucho que emprendí una bajada al sótano para enfrentarme a mis heridas).
Obviamente, no será fácil cuando comience a salir con una mujer, evitar esas situacionista, así que no te sabría decir qué hacer para evitar, como se diría en aviación, una entrada en pérdida 🙂 . Sí se me ocurren cosas como pueden ser llevar una vida de fe en común (como católico, he aprendido que no puedo vivir mi fe en solitario, tengo a mi familia y a mis amigos de vida cristiana), evitar estar los dos solos demasiado tiempo (creeme, yo tampoco soy de piedra, ser católico no me hace inmune a las tentaciones), pero bueno, cuando tenga novia te podré concretar mejor.
Por supuesto que tengo deseo de tener un encuentro con una mujer, y de tener con ella esos gestos de cariño (llegado ese momento, tendremos que discernir ambos qué hacer y qué no mientras no estemos casados).
Eso sí, espero que la mujer en cuestión sea una mujer bondadosa, a lo largo de mi vida he conocido a mujeres retorcidas (deduzco que tú no eres de ellas), algunas de ellas me gustaban y abrirme a una de ellas (la última no hace mucho, menos mal que hace más de un año que no la veo) , y a Dios gracias que nunca salí con ninguna de ellas, si no no quiero pensar cómo habría acabado.
PD: en algo sí me considero friki (de apasionado, no de raro): de la Electrónica, de la ciencia (yo hice Teleco), los aviones, los drones, del mundo ferroviario, de la literatura de Tolkien, de la montaña… Y en todo ello puedo encontrar una ocasión para alabar a Dios, aunque el momento principal para ello es en Misa.
Me gustaMe gusta
Quise decir que conocer a algunas mujeres de mente retorcida y posteriormente abrirme a alguna de ellas me causó bastante perjuicio (uno de mis fallos es que la mitad de las veces me olvido de terminar mis frases, soy un tanto despistado). En concreto a una de ellas, hace exactamente cinco años (en un antiguo empleo, unos cuatro años más tarde se marchó a otro país), me gustaba físicamente, pero yo no parecía caerle muy bien, más adelante se mostraba unas veces amable y cariñosa, otras indiferente y otras me lanzaba cada hachazo que, tela. Y eso duele una barbaridad; que sea hombre no me hace insensible. El tema es que los hombres reprimimos más las emociones (y hacer eso hace que luego las transformamos en exabruptos, porque la rabia no se puede contener para siempre). Yo no soy la excepción y también me las tragaba y acabé explotando. Creo que ésa fue una de las causas de mi depresión.
Me gustaMe gusta
Buenos días! Al fin viernes! Vaya, siento mucho que sufrieses por una chica, aunque hoy en día todos sufrimos desamores. Lo de los cambios de actitud son horribles, seguro que cuando era simpática y cariñosa tu mente viajaba a llegar a algo más, por que todos tenemos nuestra parte soñadora, y luego lo pasarías fatal cuando te cortaba. Yo también he sufrido ese tipo de cosas. Igual soy muy preguntona contigo, pero normalmente no hablo estos temas con chicos y preguntar de forma anónima me hace sentirme más cómoda hablando de esto, además se ve que eres un caballero que no pierde las formas en el momento que se pregunta algo relacionado con las relaciones. Una vez escuché que hay que saber querer a quien te quiere o te puede querer, igual sería mejor profundizar más en el interior de las personas que conoces y no ceñirte solamente a un atractivo físico. Como tú dices, eres un poco friki, igual tendrías que buscar a una persona que también lo sea. Que comparta tu forma de pensar y pueda valorarte por lo que eres. No sé si alguna vez lo has usado, pero por lo que leo y me imagino, creo que tendrías éxito en páginas «de ligoteo». Ahí expones tu perfil y quien se interese llama a tu puerta. Creo que sería una buena idea para encontrar pareja, hay páginas que son serias, por ejemplo meetic. No sé si tus creencias estan en contra de ese tipo de páginas, pero de no estarlo, deberias probarlo, en el caso de que no lo hayas probado ya claro. Con el tema de las relaciones, hoy en día la gente cuenta muchas cosas que luego no contrastan con la realidad, no sé si es buena idea pasar poco tiempo a solas con tu pareja, ya que una vez que contraigas matrimonio, como se dice: es para toda la vida. Imagina que os casais y luego ves que no es lo que te dijo ser, al pasar pocas horas a solas igual no la llegas a conocer a fondo. Creo que la mejor opción podría ser establecer límites. Podéis calmar vuestra sed haciendo cosillas, pero sin llegar a profundizar para mantener tu castidad. Creo que el desamor podría ser un buen tema para tu próxima publicación ( que por cierto espero con mucho interés). Podrías dar ejemplos de situaciones que hacen daño a los demás para que las personas que sepan que alguien las ronda las eviten y de ese modo no les hagan daño. También podrías dar ánimo a los que sufren desamores para que puedan superarlo como hiciste tú. Un saludo!
Me gustaMe gusta
Hola Ridea.
Bueno, con respecto al dema del amor-desamor, aún no tengo mucho que publicar, no quisiera poner simplemente teoría sino algo basado en experiencia propia (yo apenas tengo dicha experiencia, más allá de una amiga con la que estuve «saliendo» dos semanas y además animado por otros, cosa que no le aconsejo a nadie, en el amor tiene que haber libertad y nunca ser presionado por otros), antes tengo otros temas pendientes en mi cola de ideas 🙂 . Pero todo se andará jeje.
Sí puedo decir, por lo que he leído en páginas católicas fundamentalmente, que el noviazgo es un camino precioso en el que los novios se van conociendo poco a poco y van trabajando aspectos clave como la comunicación (esto es primordial en el matrimonio, si el marido y la mujer no se comunican lo suficiente, ese matrimonio peligra, y como encima ella tontee con otro hombre o él con otra mujer, eso es ya un cóctel molotov para dicho matrimonio) o el propio conocimiento mutuo (y es un tiempo de discernimiento, en el que ambos verán si el otro es o no la persona con la que compartir el resto de su vida). Al principio me limitaba a afirmar que «el acto conyugal (es decir, tener sexo con el cónyuge) es bueno dentro del matrimonio», sin entender el porqué. Con el paso del tiempo, en lo que he leído en páginas católicas, he aprendido una cosa básica sobre la sexualidad: es un don de Dios. Sí, como lo lees. Los católicos no vemos la sexualidad como «algo sucio, depravado y mundano, fomentado por los ejércitos del infierno», eso es pura mojigatería y puede llevar del extremo de la excesiva beatería al extremo de la lascivia.
La sexualidad es algo muy bello, pero hay que saber ordenarla. Y la castidad no es «represión de impulsos sexuales», sino integración de la sexualidad dentro de la persona. El acto sexual, o mejor llamado acto conyugal, es la máxima expresión de comunión y de amor entre el marido y la mujer, por eso no se debe utilizar de cualquier manera (por esa razón creo que vale la pena esperar, aunque muchas veces se haga duro, y más en esta sociedad tan hedonista) . Un hombre que sólo practica el coito con su esposa y sabe renunciar a tan siquiera un mínimo tonteo con cualquier otra mujer es un hombre verdaderamente noble y caballeroso; mientras que uno que, estando casado, flirtea con otras mujeres (por muy caballeroso que se muestre con ellas), es un mujeriego y no es muy hombre que se diga (en contra de lo que puedan vendernos acerca de que «serás más hombre cuanto mayor sea el número de mujeres con las que te acuestes»). Dicho de otro modo, yo pido a Dios fortaleza y entereza para que, si algún día me caso, sea sólo marido de mi mujer y no me permita el más mínimo tonteo con otras mujeres (hasta el punto de huir de cualquier insinuación por parte de mujeres que no sean mi esposa, con educación, pero también con firmeza).
Por si me lo preguntas, sobre qué pasa con personas que viven célibes el resto de su vida (como los sacerdotes, las monjas, los monjes o los frailes, o incluso personas seculares que no han encontrado al hombre o mujer de su vida, dicho de forma coloquial, que «se les ha pasado el arroz»), yo sólo te sé responder que ese celibato es una gracia, un don de Dios, por el que consagran su sexualidad a Dios y renuncian a una unión carnal propia del matrimonio. Obviamente, ellos también tienen que luchar constantemente por la continencia, pero lo hacen por Amor a Dios. Ojo, no lo confundamos con lo de ser un solterón o solterona, pues todos estamos llamados a amar, cada uno de una forma concreta (en el matrimonio, al cónyuge y a los hijos, en el sacerdocio, a la comunidad parroquial, y en la vida religiosa, a la comunidad monástica, misionera o la que corresponda), y un célibe secular puede vivir su amor, por ejemplo, entregándose mejor en su trabajo, colaborando en su parroquia y atendiendo a pobres, enfermos, etc. Mientras que las personas conocidas como «solterones» viven para sí mismas sin pensar en darse a los demás, y eso no es bueno. Como dije en la publicación, el amor, si no se comparte, se marchita.
Con respecto a lo que me mencionas de páginas de ligue en Internet, no sé qué opina la Iglesia Católica al respecto, sí te digo que soy ciertamente reticente a las citas a ciegas, no sé si por mi timidez o por qué, pero prefiero mejor conocer a la chica cara a cara antes que por Internet, por ejemplo, en alguna fiesta de cumpleaños o en una excursión a la montaña, o donde corresponda. Ya te digo que no sé lo que opina la Iglesia Católica al respecto y, por tanto, no te voy a decir nada para evitar columpiarme, sólo te digo que a mí personalmente no me convencen esas páginas, pero es una cuestión meramente personal.
Me gustaMe gusta
Y con respecto a esa compañera de trabajo que me gustaba (no sé si llegará a leerme, trataré de ser lo menos ofensivo posible), en efecto, como ella era físicamente muy mona, mi mente se iba por donde no debía cuando se ponía cariñosa conmigo, y me hundía bastante cuando, por cualquier tipo de discusión (ya fuera por temas relacionados con esa empresa de la que, a Dios gracias, me despidieron hace más de un año, ya fuera por otros temas), se ponía borde y seca conmigo (hubo un momento en que me soltó un leñazo muy duro por algo que dije hasta el punto de sentirme yo culpable de que ella se pusiera así y, cuando fui a pedirle disculpas, me mandó a hacer puñetas, ya te puedes imaginar cómo estaba mi autoestima, todo esto fue no mucho antes de caer en depresión y, posterior a ella, emprender mi bajada al subsuelo).
Tienes razón en que el físico no es lo que cuenta, pero ya sabes que es lo primero en lo que nos fijamos (sobre todo los hombres). No obstante, algo me dice en mi interior (nadie me lo ha dicho, sino algo desde lo más profundo de mi corazón) que si estoy con una mujer sólo por ser «una supermodelo» o similar, no voy a ser feliz, porque estaré basando mi felicidad en la belleza exterior. Tal vez ahí necesite aún madurar un poco y conocer más el interior de las personas (mira que nos cuesta que cale la frase de esa película de Disney, La Bella y la Bestia, que dice sabiamente que la belleza está en el interior).
Con respecto a buscar a una persona que sea friki, bueno, para mí lo importante es que comparta conmigo la fe católica (aunque oye, yo encantado si, por ejemplo, alguna vez cada X meses nos vemos los dos El Señor de los Anillos y luego hacemos cineforum, o bien si ella me acompaña al campo a hacer senderismo o a volar un dron, aunque ella no tenga ni idea, por supuesto que, aunque no me apetezca, de vez en cuando tendré que acompañarla a ir de compras). Es verdad que no hay que cerrarse, pero para mí esto tiene una importancia primordial y me encantaría que si vamos a Misa, vayamos los dos juntos, que si rezamos, recemos los dos juntos; por supuesto que también compartamos algunas otras aficiones como pueden ser el senderismo o la electrónica, aunque una mujer de verdad, una mujer buena, busca a un hombre que tenga aficiones (aunque no sean comunes a las de ella, y viceversa) y que sea él mismo, y no finja ser alguien distinto sólo para atraer a esa mujer.
Por último, otra cosa que estoy aprendiendo: los hombres, al menos los que tenemos un mínimo de decencia o intentamos tenerlo, buscamos mujeres que se valoren y respeten a sí mismas (y te recomiendo que así lo hagas tú misma). Aunque no te lo creas, no buscamos mujeres fáciles (puede que éstas satisfagan nuestros instintos carnales, pero descuidaríamos otros aspectos más profundos como son la comunicación o la intimidad emocional, no sé si me explico), pero, sobre todo, buscamos mujeres que sean ellas mismas y, muy importante, que no se centren tanto en su ego (no digo que no cuiden su imagen personal, pero sí que no hagan de dicha imagen una especie de culto) y que sean bondadosas y comprensivas.
A mí me da mucha lástima ver cómo hoy día, muchas chicas adolescentes y jóvenes, visten de una forma un tanto provocativa porque «así se sienten más queridas», sin saber que, haciendo eso, despiertan en los chicos un interés puramente carnal (que no es amor, es simplemente deseo carnal), pero a costa de ello menoscaban su dignidad. Y lo digo bien claro: una chica tiene que quererse y respetarse a sí misma, y saber frenar al típico guarreras que sólo piensa en, dicho de forma chabacana, meterle mano, pero no se preocupa por ella. Dicho de otro modo, a todas las chicas que os dejáis sobar por chicos salidos (por supuesto, según me cuentas, no será tu caso): ponedles freno si os intentan meter mano, sed firmes y no dejéis que os soben; si tu novio cambia de actitud y lo respeta, es porque te quiere de verdad, y si se enfada, no te quiere a ti como persona, sino como un simple cacho de carne, y tú no eres un pedazo de carne, eres una persona y mereces ser respetada, y tu intimidad es algo tan sagrado que nadie puede invadir.
Gracias a Dios, en mi familia y también en la Iglesia, me han enseñado que la intimidad de las personas es algo sagrado y eso aplica tanto a varones como a mujeres, y siento profundo respeto por la intimidad femenina (hasta el punto de que no se me pasaría por la cabeza hacer cosas indecentes a ninguna chica, aunque sintiera dicho impulso); el amor también sabe esperar y respetar la intimidad y el espacio de otra, y yo tampoco me dejo invadir mi intimidad masculina por ninguna mujer, porque quiero que se me respete de la misma manera que yo respeto la intimidad de toda mujer.
Me gustaMe gusta
Buenas noches amigo! Respecto a lo que hablas de quererse a uno mismo, estoy totalmente deacuerdo, si no te quieres tú, ¿ cómo van a quererte los demás?
En el tema de «enseñar carne» discrepo un poco. Algunas personas asocian la forma de vestir o las acciones a las ganas de provocar, pero no tiene por que ser así. Mi forma de vestir es bastante «digna», no voy enseñando medio culo ni cosas así. Pero por ejemplo cuando voy a la playa con mis amigas nos gusta hacer topless, a veces incluso hemos disfrutado de baños como «dios nos trajo al mundo» en playas salvajes, unirte a la naturaleza en ese estado tan natural es fascinante. El tema de hacer topless no es por lucirnos o provocar, es por el simple hecho de tener un moreno uniforme, me gusto más a mi misma así. Esta feo decirlo, pero gozo de un pecho generoso y bien puesto, cuando hago topless me siento a veces muy observada y me veo obligada a dejar de hacerlo, por eso mismo, por que mi fin no es un me miren. Entonces, te pregunto, ¿ debo rechazar el placer de verme bronceada uniformente por que existan «babosos» que deboran con la mirada? No me parece justo. No sé si tu religión crítica esto, supongo que no, ya que Adán y Eva no iban precisamente muy tapados y el hombre hasta que evolucionó tampoco. Creo que lo importante es hacer las cosas por convicción propia, no dejarse llevar por el que dirán y mucho menos hacerlas por atraer al sexo opuesto. Supongo que para ti, ahora que no tienes pareja y que por tus ideales no puedes «desahogarte» será muy duro ver a las chicas hacer topless o lucir grandes escotes, es admirable que vivas en una sociedad con tanto destape y aguantes por tus convicciones. Aunque un amiga mía que es cristiana me dijo que si podía «satisfacer sus necesidades» siempre y cuando luego fuese a confesión, pero ella no cumple a raja tabla como tú jeje, no sé hasta que punto tenía razón.
Sobre lo que dices de que los mas machos son los q están con más mujeres no es del todo cierto, esto no lo sabéis los hombres, pero a las mujeres nos encantan los hombres virgenes, es muy mala comparación, pero todos preferimos un coche nuevo. Las mujeres que se fijan en el tipo de hombre que dices son personas vacías, que se mueven por modas y quieren al que todas miran( y posteriormente se lo llevan a la cama). No sé como eres físicamente hablando, pero si eres atractivo, y las chicas saben tu situación, seguro que se interesan más. Por eso te decía lo de la página de ligoteos, es más fácil encontrar perfiles similares al tuyo. A veces es bueno que ampliemos campos para que no se nos pase el arroz y podamos tener una familia.
Respecto al sexo, haces bien en pensar que es bueno, me parece absurdo que se vea como algo malo, el sexo se creo para el disfrute y la reproducción. Con esto me surge una duda, ¿ Qué opinas de la reproducción asistida? Hoy en día son muchas las parejas que tienen problemas para la concepción, en gran parte se debe a que postponemos mucho la edad para ser padres, ¿ recurririas a ella si por el medio natural no fuese posible?
La intimidad es básica, pero creo que el día que tengas pareja te costará mantenerla, igual podrías «entrenarte» usando novelas un poco picantonas, para normalizarte q ese tipo de cosas y no sufrir tanto. Bueno, me despido que es muy tarde. Un saludo y espero que hayas pasado un buen finde.
Me gustaMe gusta
Hola Ridea.
Por partes.
DESNUDEZ Y EXHIBICIONISMO
Con respecto a lo que tú dices del topless, me temo que ahí nuestros puntos de vista chocan. No quiero decir que un desnudo sea algo malo, pero la razón por la cual los católicos no aceptamos el nudismo está en el pecado original. Ya que mencionas a Adán y Eva (por cierto, procura poner el nombre de Dios en mayúscula 🙂 ), antes del pecado original, estaban ambos desnudos, pero no sentían vergüenza el uno del otro. Después del pecado original, se dieron cuenta de que estaban desnudos y se escondieron. Todo esto que te digo viene en el libro del Génesis, los tres primeros capítulos (bueno, el tercero habla de pecado original, de la primera caída del hombre).
¿Qué sucedió tras el pecado? Pues que los hombres ya no miramos con limpieza a las mujeres y viceversa. Es decir, Dios nos mira con Amor estemos desnudos, tapados hasta las orejas o vayamos en bermudas y camiseta, el problema está en que la naturaleza humana (tanto en lo corporal como en lo mental y espiritual) está dañada. Pero ojo, no necesariamente una mujer tiene que ir de forma provocativa, hay veces que un hombre con mirada demasiado sucia la pueda «desnudar con la mirada», dicho de otro modo, mirar con lascivia. Por eso es conveniente que vayamos vestidos de forma medianamente decente (no digo ir tapados hasta las orejas, y menos cuando haga un calor de la leche, pero sí tener un cierto respeto por uno mismo).
Con respecto al topless, lo siento, pero yo no lo veo bien (oye, lejos de mí que te sientas ofendida porque yo piense así, pero ten en cuenta que no somos de piedra, y cuando digo somos es porque yo también me incluyo). Y la forma de vestir depende del lugar al que vayas, no es lo mismo ir a la playa, donde vas en bikini o traje de baño, que ir por la calle, donde ya llevarás pantalón o falda y camisa, polo o camiseta en verano, y jersey o chaqueta e incluso abrigo en invierno. Y lo cierto es que a la iglesia conviene ir guardando un mínimo de decencia, ya no sólo para evitar, en la medida de lo posible, distracciones por parte de otros, sino también por respeto a Dios en un lugar sagrado como es una iglesia.
¿QUIÉN ES MÁS MACHO?
Me temo que igual no me he expresado correctamente (a veces me enredo, lo reconozco). Yo quise decir que es más hombre el que sabe ser hombre de una sola mujer y no flirtea con otras, que el casanova mujeriego que ha estado con muchas mujeres. Ojo, no es lo mismo ser un mujeriego que haber tenido varias novias hasta haber encontrado a la mujer definitiva (esto es moralmente legítimo siempre que no se sobrepasen ciertas barreras, tú ya me entiendes, yo sí establezco notorias diferencias entre salir con una mujer y acostarme con ella, lo segundo, Dios quiera que sólo lo haga dentro del matrimonio). Conozco por lo menos dos hombres cuya única novia fue la que ahora es su esposa y te puedo asegurar que ambos aman a sus respectivas esposas con locura y son felices. Por cierto, los dos, católicos (como dato interesante).
Y me alegra profundamente que las mujeres digáis que buscáis hombres vírgenes. Pues mira, he de decirte que los hombres también así lo deseamos (excluyamos el caso de viudas o de mujeres cuyo matrimonio fue nulo y ahora son madres solteras). Desde luego, yo ni me plantearía salir (mucho menos contraer matrimonio) con una mujer que a la mínima de cambio coquetea con otros hombres. Y lo mismo me tendría que aplicar yo cuando tenga novia (y con mayor motivo cuando tenga esposa): para mí será un esfuerzo guardar la mirada, pero lo haré por amor y respeto a mi novia o esposa (según estemos o no casados).
SEXUALIDAD Y REPRODUCCIÓN
A ver, una cosa ha de quedar clara: es maravilloso tener hijos, pero no es un derecho. Sí, te puede resultar duro así, pero uno no tiene derecho a tener hijos (quien se cree con «derecho a tener hijos» acaba convirtiendo a sus hijos en objeto de derecho, y no olvidemos que los hijos son también personas y, por tanto, no objetos sino sujetos de derecho). Uno tiene derecho sobre las cosas y los objetos (esto es, puede tener derecho a un trabajo, a una vivienda, a un coche, a alimentos), pero NO sobre las personas. Y los hijos son también personas, por tanto, no tenemos derecho sobre ellas.
Los hijos (así lo vemos los católicos) son un don de Dios y, dicho también para no creyentes, son el fruto del amor entre el marido y la mujer. En caso de que uno de los dos, o ambos, sean estériles, siempre se puede recurrir a la adopción (anda que no hay niños, y sobre todo niñas, procedentes de países sobre todo asiáticos, que tendrían una vida más digna en occidente que en aquellos países donde los Derechos Humanos casi brillan por su ausencia). Por tanto, con las diversas técnicas de reproducción asistida, estamos atentando contra el carácter natural del matrimonio (en el que los hijos son fruto del amor conyugal, expresado en unión carnal, entre los esposos) y además estamos convirtiendo a los hijos en objeto de derecho. Además, es una forma de «jugar a ser Dios» y de tratar de suplantar a Dios, el Único Creador. Nosotros no podemos crear a un ser humano, es Dios quien lo crea, los esposos colaboran con Él cuando se unen en el coito. Y si tanta dificultad tiene la mujer para quedarse encinta, pues que recurran a la adopción, aunque no sean hijos carnales suyos, es otra forma muy bonita de dar amor paternal y maternal a quien lo necesita pero no lo tiene por parte de su familia biológica por los motivos que sean.
Con lo que dices de «entrenarme con novelas picantonas», lo siento, pero ahí discrepo contigo, precisamente porque no soy de piedra y porque no lo veo como un «entrenamiento», sino como una forma de malgastar mi sexualidad en mí mismo en lugar de reservarla para la que sea mi esposa (a ella quiero darle el 100% de mí y no el 30%, por eso, aunque la lucha sea ardua, vale la pena esperar).
Por tanto, verás que en ciertos aspectos no estoy contigo, pero te respeto igualmente.
No obstante, creo que nos estamos desviando demasiado del hilo central del tema: la depresión. Sobre la sexualidad, ya veré si algún día publico algo, de momento estoy un poco verde. Pero mejor volvamos a enfocarnos en el hilo central 🙂 .
Me gustaMe gusta
No estaban desnudos, los cubría la gracia. Cuando la perdieron se quedaron desnudos y ahí se percataron de las consecuencias de la caída pero ya era muy tarde.
En la misma liturgia se habla de Jesucristo cubierto con su propia luz Divina.
Me gustaMe gusta
Debes quererte y guardarte para el cielo, guardar tu alma para el cielo esa es la verdadera enseñanza de la IC . Esa es la forma correcta de quererte no por ego.
Me gustaMe gusta
Gracias por el artículo!Yo también he tenido depresión ( a pesar de tener sólo 17 años) y ha sido a parte de ser bastante introvertida y de ser la típica tímida de mi parroquia que he tenido peleas con algunas chicas de mi grupo, pero claro yo quería seguir yendo a misa y a catequesis a si que lo pasé bastante mal. También influyó mi baja autoestima puesto que mis hermanos tienen bastantes talentos y participan mucho más en la parroquia y eso hace que siempre tenga el impulso de salirme para siempre, pero poco a poco con ayuda de un sacerdote, estar más tiempo ocupada,poniendo primero a Dios y intentar transmitir mi fe a mis amigas ateas(vaya, justo las pocas buenas amigas que tengo son ateas ya me jodería jeje)voy «tirando». Bueno no me enrollo más,me ha encantado el artículo chao!!!
Me gustaMe gusta
Hola Katniss.
Me alegro de que te haya gustado el artículo. Mucho ánimo, con la Ayuda de Dios, de ese buen sacerdote y, si hace falta, de un psicólogo, saldrás adelante. Tú también tienes talentos, es cuestión de que los descubras poco a poco 🙂 . Dios te los ha dado.
Te puede ayudar también mantenerte ocupada con tareas que te gusten, o bien el contacto con la naturaleza, por supuesto pasar tiempo con tu familia… A mí me ayuda, por ejemplo, estar entretenido con la electrónica (Arduino y esas cosillas), hacer deporte (muy importante, el ejercicio físico ayuda al estado de ánimo) y por supuesto el trato con Dios. De esto último: frecuenta la Adoración Eucarística, te ayudará mucho. Basta con que Le cuentes a Jesús Eucaristía todo lo que sientes (bueno y malo) y Él te irá ayudando y sanando poco a poco.
Me gustaMe gusta
Muchas gracias por los consejos!
Me gustaMe gusta
Dices que eres introvertida… Bienvenida al club 🙂 .
Se dice que los introvertidos tenemos ciertos talentos. No dudes una cosa: seguro que Dios tiene un plan muy grande para ti. No sé cuál será, eso sólo lo sabe Él y tú lo descubrirás con Su Ayuda. Fíjate en lo que se te da bien y a cuántas personas puedes hacer felices y acercar a Dios con aquello que se te dé bien.
Me gustaMe gusta
Jajajaj si supongo que los introvertidos tenemos cualidades tipo saber escuchar más y reflexionar todo por eso supongo que nos es más fácil la oración pero también tenemos que abrirnos más y dar testimonio. Probaré lo de la Adoración Eucarística .
Me gustaMe gusta